La olla a presión es una olla equipada con una tapa especial que sella el producto y no permite que se libere vapor de él.
La tapa sellada implica un tiempo de cocción más corto, pero también utiliza un 50% menos de energía que la cocina tradicional. Al minimizar la evaporación, los alimentos cocinados a presión conservan la mayoría de sus vitaminas y minerales, pero también su sabor y color, en comparación con el método de ebullición habitual. Este producto se puede utilizar para cocinar verduras, carne, frutas, pescados, cereales o legumbres.
Este tipo de olla se puede utilizar para cocinar verduras, carne, frutas, pescado, cereales o legumbres.
La comida se cocina hasta un 70% más rápido que en el caso de la cocina tradicional, dentro de la olla a presión. Por ejemplo, los garbanzos están listos en 13 minutos en lugar de una hora y media, un bistec muy tierno está listo en 30 minutos en lugar de 1.5-2 horas, las papas se cocinan en 10 minutos en lugar de 45 minutos y la mayoría de las verduras necesitan 5 minutos o incluso menos para estar perfectamente cocidas.